viernes, 17 de diciembre de 2010

Akai

¡Por fin he conseguido coger el ordenador un ratito! Wiii~ *o*
Me llevé mucho tiempo sin actualizar por aquí...y es que estoy castigada sin pc por suspender historia u,ù Pero hoy se han compadecido de mí y me lo están dejando un ratito...wiiii ^^
Así que ahora que estoy sin ordenador estoy volviendo a hacer cosas que hacía antes...la verdad es que nunca pensé que el ordenador me estaba cogiendo tantas horas y quitándome tanto ._. Sobre todo y lo más importante a sido el volver a coger a mi querida Akai...¡ La tenía abandonada a la pobre! TnT Supongo que realmente no sabéis de qué demonios estoy hablando...xD Akai no es ni más ni menos que mi querida guitarra acústica ♥


Me la compré hace dos veranos en Cádiz, cuando fui a recoger el título del curso intensivo que hice de japonés. Cuando estuve estudiando la descubrí paseando por una de sus calles principales del centro... Y simplemente me enamoré. Ya tenía a Shinjuu, mi eléctrica, pero para las clases que iba a empezar con el curso lo más seguro es que necesitase una española o una acústica, y sabía que si no me la compraba cuando fui por segunda vez la perdería...

Lo malo es que soy muy torpe, y me cuenta muchísimo que me salgan los acordes. Los punteos son mucho más fáciles, pero sólo con eso no puedo tocar absolutamente nada. Y también se me rompen muchísimas veces las cuerdas, más que nada la primera al afinarla. Y encima ahora ya no tengo los cayos por lo que al rato de tocar nada me muero de dolor...

Pero también hubo momentos buenos, como cuando juntando unos simples acordes cree una pequeña y sencilla canción, titulada La Habitación del Ángel y el Demonio, con la cual empezó lo que hoy en día estoy escribiendo como Crónicas Celestiales. ¡Estoy deseando llegar al capítulo del que habla la canción!*u*

Cuando la volví a coger hace dos días después de meses, me sorprendí bastante. Casi no estaba desafinada y no rompí ninguna cuerda al hacerlo. Con un simple acorde sonó mejor que nunca. Estas cosas son las que te hacen pensar que de verdad los instrumentos se alegran cuando vuelves a cogerlos y creas con ellos.

Porque el simple hecho de crear un sonido con la guitarra es una de las cosas más placenteras de este mundo.

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